El análisis y gestión de los conflictos interpersonales habilita a las personas para intervenir y actuar frente a los conflictos sin que sea necesario recurrir a la violencia o a la sumisión, o sin reclamar la intervención de la autoridad. Aprender a analizar los conflictos implica saber identificar sus principales elementos y comprender los aspectos ocultos a simple vista en los mismos. También se hace necesario revisar y modificar nuestros planteamientos y actitudes ante los conflictos, aprendidos en la familia y reforzados en nuestras relaciones más habituales.

En las relaciones personales, y también en las sociales, debemos insistir en la búsqueda del acuerdo por encima de la acentuación de las diferencias, el reconocimiento de la otra parte sobre el menosprecio o la marginación de ésta, la renuncia a la fuerza y el recurso a la palabra y al diálogo sobre el abuso de poder o la violencia, a ello nos puede ayudar conocer las bases que sustentan los procedimientos de negociación y mediación.