En un mundo interconectado cada vez es más relevante que la información manejada por empresas, instituciones, organismos y otras entidades esté a resguardo de todo tipo de amenazas, es por ello que la seguridad de la información se ha convertido en una necesidad crucial para proteger casi todas las aplicaciones que impliquen transacciones de información.

Con la proliferación de las tecnologías de la información y la comunicación, la seguridad ha ocupado un puesto clave en temas emergentes como la computación en la nube, las ciudades inteligentes, la telemedicina, la Internet de las cosas, los vehículos autónomos, etc. Los enfoques de desarrollo de los sistemas tradicionales se centraron en la capacidad de uso del sistema, donde la seguridad se dejó en la última etapa con menos prioridad; sin embargo, los nuevos enfoques consideran la seguridad desde la fase inicial del proceso de diseño.

La seguridad de la información contempla diferentes áreas como la computación en la nube, redes, computadores, bases de datos, redes sociales, etc., siendo una herramienta fundamental para todas ellas el uso de protocolos criptográficos que permiten garantizar servicios como la confidencialidad, integridad, autenticidad, etc.